Si bien todas las personas sugieren no dejar la ropa que has lavado durante la noche por el rocío, en Tailandia la razón es mucho más aterradora.
En Tailandia existe una figura mitológica o de leyenda que es muy conocida por todos: Krasue. Si eres de Latinoamérica es como si hablásemos de “La Llorona” o en el caso de Estados Unidos como si habláramos de “Big Foot”, creas o no en ellos, sabes perfectamente a quién o qué nos referimos.
La Krasue es una mujer que vaga por las calles en las noches, generalmente en zonas no tan urbanizadas, en busca de su próxima presa. Quienes han tenido la mala fortuna de presenciar algún avistamiento de este dem0nio aseguran que sus víct1mas preferidas son los pollos y las vacas. Sin embargo, si se puede definir el tipo de presa que más busca, aseguran que se trata de la carne de los niños y las mujeres embarazadas.
La mayoría de las personas que se han cruzado en el camino de la Krasue comentan que este dem0nio deja un aviso. Si te preguntabas que tiene que ver la ropa tendida en la noche, el aviso que este ente deja es dejando un rastro de s4ngre en la ropa que se queda a la intemperie. Esta s4ngre es de las víct1mas que esa noche consumió y deja la marca de “el que será el siguiente o los siguientes”.
La descripción que dan los testigos coincide con que se trata de una cabeza flotante de una mujer, de la cual cuelgan sus órgan0s. Algunos han descrito que pueden ver una tráquea y de ahí se puede ver el corazón, estómago e intestinos. Otros dicen que solo pueden ver la cabeza con todo el interior colgando de ella.
Se dice que la Krasue es una mujer maldita, quien en su vida fue culpable de participar en varios pecados y conductas reprobables para los dioses. Debido a estos actos fue que tras m0rir, las deidades tailandesas la hicieron renacer como una “phuti“, un ente que se alimenta de desperdicios y desechos crudos o podridos.
Una de las leyendas de este demonio relata que la mujer solía usar un velo en su cabeza y que fue p0seída por un dem0n1o el cual la llevó a convertirse en el ente que actualmente conocen como la Krause. Las personas creen que por usar su velo y tener descubierto solo su rostro es la razón por la cual el ente solo deja ver la cabeza de la mujer poseída.
Otra de las leyendas habla de una mujer que practicaba la magia negra. Sin embargo, uno de sus rituales acabó debido a un fallo de esta mujer, lo que la llevó a ser d3g0llada. Desde ese hecho se dice que todas las mujeres que practican magia negra están destinadas a convertirse en Krasues. También se extiende esta creencia a que las mujeres que hagan hechicería están condenando a sus hijas y nietas, quienes se convertirán en este tipo de dem0nios durante la noche.
Esta segunda creencia ha llevado a personas, sobre todo entre gente del campo, a atacar a personas retraídas o que no se llevan bien con sus vecinos, ya que las tachan de ser Krasues. Muchos tailandeses creen que las mujeres que son este tipo de dem0nio llevan una vida totalmente normal de día y que de noche se convierten en este dem0nio, por lo cual es que prefieren separarse de su entorno.
La tercera leyenda, y la que se puede tratar de la más popular en este país, habla de una princesa del siglo XV o XVI, en la era dorada de Angkor, quien fue obligada a casarse aún cuando estaba enamorada de otro hombre. El matrimonio se llevó a cabo, pero ella seguía viendo a su amado. Su esposo los descubrió un día así que decidió quemarla viva como castigo.
La princesa, durante su encierro previo a la hoguera, hizo contacto con una poderosa hechicera, la cual lanzó un conjuro sobre ella el cual la haría inmune al fuego. Sin embargo, cuando el conjuro pudo ser sellado, ella ya estaba siendo quemada, por lo que el hechizo solo hizo efecto cuando su torso se comenzó a consumir. Esta es la razón por la que, aún continúa viva y solo se puede ver su cabeza con sus órgan0s colgando. Su conjuro solo se puede mantener si continúa consumiendo vidas jóvenes sin pecad0.