
Por más increíble que parezca, en un pueblo llamado Costestise, en Rumania se encontraron unas piedras realmente extraordinarias pues tienen la capacidad de crecer, moverse, respirar y hasta reproducirse. Este extraño fenómeno natural que tiene desconcertados y a la vez maravillados a los científicos.
Se trata de formaciones rocosas vivas.
Los pobladores las bautizaron como Trovants, que significa «piedras que crecen» en rumano. A simple vista, no son muy diferentes de las piedras comunes, pero en realidad esconden un secreto en su interior que las hace únicas en todo el planeta. Los minerólogos sometieron a las Trovants a distintas pruebas para descubrir su secreto: ¿Cómo es que pueden crecer, moverse y respirar como si realmente fueran seres vivos?.

Las piedras tienen unos 6 millones de años de antigüedad y comenzaron como pequeños guijarros, con el paso del tiempo se convirtieron en enormes rocas de hasta 10 metros, que pueden llegar a pesar 320 kilos. El proceso de crecimiento es bastante lento; para que una Trovant aumente su tamaño en 4 o 5 centímetros deben pasar mil años.
Estas rocas tienen un núcleo de piedra dura, cubierta por un caparazón de arena. Los expertos diseccionaron algunas muestras y encontraron al interior círculos concéntricos, en una estructura similar a la del tronco de los árboles. Es decir, que cada capa representa un estado de crecimiento y con esto se podría calcular su edad.
Las trovants están formadas por arena sedimentada de una cuenca formada hace seis millones de años. Junto a las arenas se han acumulado carbonatos en exceso, que cuando llueve presionan a las capas inferiores de sedimentos y las hacen aflorar hacia el exterior creando las protuberancias, explicaron los encargados del Museo Trovant.

Habilidades
Se considera que las Trovants «esconden» agua y es este elemento el que las hace crecer. Aquellas que contienen más carbonato de calcio almacenarían más agua y su crecimiento sería mayor. Sin embargo, aún no se sabe cómo es que pueden crear materia nueva.
Y no solo crecen, también «caminan». Al parecer, estas rocas tienen una capacidad de movimiento pues cambian de posición; en promedio, se trasladan 2.5 milímetros cada dos semanas. De acuerdo con los expertos, este fenómeno se debería a un cambio en la masa de la roca, lo que haría que se moviera. Es decir, cuando la piedra aumenta su masa en una sección de su cuerpo, éste se inclinaría hacia adelante; así, toda la piedra se movería un poco.

Además, algunos investigadores sostienen que las Trovants incluso pueden reproducirse y respirar. Por supuesto son procesos igual de lentos que el crecimiento. Calculan que las piedras realizan una sola respiración entre cada dos días y tres semanas. Incluso aseguran que con un equipo ultra-sensible, se puede detectar un pulso; como si la roca tuviera un corazón latiendo.
Origen
Parte de la comunidad científica considera que las Trovants pueden ser producto de terremotos antiguos, por eso tendrían esa extraña forma. Pero otros creen que en realidad tienen un origen extraterrestre y que llegaron a nuestro planeta a través de una lluvia de meteoritos; eso explicaría sus extraordinarias cualidades.

Otros más prefieren pensar que «son formas de vida de silicio con una conciencia propia». Pero lo cierto es que nadie conoce aún por qué estas rocas tienen características típicas de los seres vivos.
Por su parte, las personas han decidido considerar a las Trovants como piedras mágicas y fuente de energía. Su extrañeza ha cautivado al mundo y la UNESCO nombró a las Trovants como patrimonio de la humanidad.
