Los seres humanos tenemos una extraña y constante curiosidad de conocer cómo eran las cosas en el pasado y cómo serán en el futuro. Aunque muchas de estas dudas sean imposibles de responder, eso no impide que hagamos nuestras teorías y esperemos con ansias que alguna sea confirmada por la ciencia.
Por suerte, gracias a la tecnología, ahora podemos hacer predicciones más precisas. Por ejemplo, recientemente un artista forense suizo reconstruyó el rostro de una mujer prehistórica a partir de sus huesos. Creó un modelo 3D de cómo se pudo haber visto aquella mujer de 4 mil años de antigüedad.
Entonces, ahora podemos hacer recreaciones digitales de rostros de individuos que vivieron hace milenios o de individuos que existirán en un millón de años.
Según investigadores de Dinamarca, los avances tecnológicos harán que el rostro de nuestra especie se modifique.
En colaboración con la BBC, un equipo de científicos de la Universidad Aarhus en Dinamarca llevó a cabo una investigación para averiguar cómo podría ser el rostro de los seres humanos en el futuro.
Según el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, los primeros restos fósiles humanos se encontraron en el siglo XIX. Desde entonces, hemos podido aprender un poco sobre nuestros antepasados. Los restos del homínido más antiguo que habitó la Tierra datan de hace 4 millones de años. Entonces, lo natural para nuestra especie es que vivamos todavía dos millones de años más -esto si la crisis climática no acaba antes con los humanos-.
A partir de esta premisa, los expertos decidieron hacer una proyección hacia un millón de años a partir de ahora. Para comenzar las predicciones, decidieron que debían establecer puntos clave en la historia natural de nuestra evolución como especie. Uno de ellos fue la agricultura, que modificó nuestra alimentación, y el descubrimiento de la insulina para tratar la diabetes.
Modificaciones genéticas
De acuerdo con Thomas Mainlund, profesor de bioinformática y miembro del equipo; podríamos hacer modificaciones al cerebro humano. Por ejemplo, ya se conocen los genes involucrados para hacer que un cerebro sea bueno recordando nombres de personas y Mainlaud asegura que se podrían modificar, aunque esta posibilidad todavía parece parte de la ciencia ficción.
Y no solo el cerebro sino que todos los órganos se podrían “optimizar” gracias a implantes que los modifiquen artificialmente. Sin duda, esto traería readaptaciones al estilo de vida de la humanidad, y eventualmente se modificaría también el rostro de nuestra especie.
Thomas asegura que nuestra evolución ya no será biológica sino tecnológica. De hecho, ya llevamos años haciendo este tipo de optimización, pues la medicina moderna ayuda al cuerpo a sanar y/o funcionar. El siguiente paso son los implantes artificiales, comenzando por el cerebro; según explican los expertos.
Modificaciones por el entorno
Otra teoría es que nuestro rostro se modificará debido a las condiciones del medio ambiente. Así como hay aves que tienen picos curvos para desgarrar su alimento, otros tienen un gran saco que les permite pescarlo. O mamíferos que tienen los ojos al frente de su cabeza para acechar a su presa, mientras que otros los tienen lateralmente, para estar alerta de los depredadores.
Tomando esto en cuenta; nuestros rasgos faciales podrían cambiar no solo por la comida que consumimos sino también por la manera de obtenerla. Las condiciones del aire también son un factor importante, si se vuelve muy seco o muy húmedo, o si hay mucho polvo, la nariz podría tener otra forma. Incluso para esto se toma en cuenta la posibilidad de colonizar otros planetas, cuyas condiciones climáticas sin duda serán diferentes a las de la Tierra y nuestro cuerpo deberá adaptarse a ellas.
Actualmente, los científicos siguen debatiendo sobre cuál modelo podría ser más exacto, pero según Mainlaud, de lo que no hay duda es que “es poco probable que tengamos el mismo aspecto en un millón de años”.