
Probablemente recuerdes la película de 2018 de la mano de los hermanos Spierig y protagonizada por Helen Mirren a “Winchester: la casa que construyeron los espíritus”, una cinta que pertenece al género de terror y que aborda la cuestión sobrenatural de la historia que envuelve la construcción de la Mansión Winchester.
Más allá de que sea una buena o mala película, los hechos, los dueños y el lugar realmente existen, de hecho, hoy en día es bastante conocida por todos los misterios que la rodean. Todo comenzó con el nacimiento de Sarah Lockwood Pardee el 1 de septiembre de 1839 en New Haven, Connecticut.

La joven se casó a los 20 años con el heredero de la Winchester Repeating Arms Company, William Winchester y esa unión sellaría el trágico destino de la pareja.
En 1866, su primera hija fallec1ó a causa de marasmo, una enfermedad que provoca que el cuerpo carezca de las proteínas y calorías necesarias para vivir, esto marcaría enormemente la vida de Sarah Winchester y ella lo tomaría como el punto de inicio de todas las tragedias que estaban por llegar.
Retratos de Sarah Winchester & William Wirt Winchester, conservados por History Museums of San Jose.
En 1880, Sarah perdió a su suegro, tres meses después, William lo siguió con solo 43 años. Sarah se quedó sola pero heredó una fortuna de aproximadamente 20 millones de dólares -en aquella época era demasiado dinero-, de esa forma, se convirtió en la accionista mayoritaria de la empresa familiar de su marido y llegó a ganar 1 mil dólares diarios.

Sarah, ahora viuda creía realmente que estaba maldita y que era una especie de castigo por todas las muert3s ocasionadas en la guerra por el rifle Winchester (William lo inventó).
Ella pensaba que algo o alguien la perseguía y decidió acudir a una médium para que se comunicara con su marido en el otro lado, la mujer le comunicó que su familia sí estaba maldita y que debía mudarse a California, comprar un nuevo terreno y construir una casa sin parar, en el momento en que Sarah se detuviera, los espíritus la matarían.
La viuda de Winchester empacó sus cosas y se mudó a una pequeña casa San José, California y por 38 años construyó sin detenerse una espectacular y misteriosa mansión de estilo victoriano que ella mismo diseño. Es importante destacar, que Sarah es considerada empresaria, filántropa y arquitecta autodidacta.
Desde el día que llegó a la localidad hasta el 5 de septiembre de 1922, fecha de su muert3, Sarah creó un lugar de ensueño para muchos pero de pesadillas para otros. Siempre iba de luto y no socializaba con las personas, en las noches cerraba su cuarto y diseñaba nuevos pasadizos o zonas de la obra para entregárselas al capataz.

En total, la mansión tiene más de 2 mil metros cuadrados, 10 mil ventanas, 2 mil puertas, 160 habitaciones, 17 chimeneas, 52 tragaluces, 47 escaleras, 6 cocinas y 13 baños, de acuerdo a la página oficial de la propia casa. Debido al terremoto de 1906, la mansión que contaba con 7 plantas en ese entonces tuvo que reducirlo a 4.
La obra tuvo un costo total de 5 millones de dólares o 71 millones en la actualidad.

La verdad ofrecida por la biógrafa oficial de la viuda, Mary Jo Ignoff ha compartido información interesante sobre los misterios de las entrañas de la mansión. Sarah era muy meticulosa con sus planos y diseños, la llegaron a considerar una pionera en tecnología, agregó ingeniosos sistemas de riego en el jardín, inventó un intercomunicador y fue la primera persona en tener un teléfono en San José.

Entre las leyendas urbanas que se siguen contando sobre el lugar es que Sarah realizaba sesiones de espiritismo en la torre de la casa y al siguiente día salía con tantos bocetos que ponía de inmediato a los obreros a trabajar. La construcción no tenía que parar.
En la actualidad la famosa Mansión Winchester está catalogado como un Monumento Nacional de los Estados Unidos y está abierto al público con visitas guiadas.